24 del cual no tienen necesidad las más presentables. Y es que Dios dispuso el cuerpo de tal manera que las partes menos estimadas reciban mayor honor,
25 para que no haya desunión en el cuerpo, sino que cada parte del cuerpo se preocupe de las otras.
26 Si una parte del cuerpo sufre, todas las demás sufren también; y si una parte recibe atención especial, todas las demás comparten su alegría.
27 Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno de vosotros es una parte de él, con su propia función.
28 Dios ha querido que en la iglesia haya, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego personas que hacen milagros y personas con poder para sanar enfermos, o que ayudan, o dirigen, o hablan en lenguas.
29 No todos son apóstoles ni todos son profetas. No todos son maestros ni todos hacen milagros
30 ni todos tienen poder para sanar enfermos. Tampoco hablan todos en lenguas ni todos saben interpretarlas.