5 Entonces ese hombre deberá ser entregado a Satanás, para que se destruya lo que es puramente humano y el espíritu se salve cuando venga el Señor.
6 No tenéis motivos para sentiros orgullosos. Ya conocéis el dicho: “Un poco de levadura hace fermentar toda la masa.”
7 Así que echad fuera esa vieja levadura que os corrompe, para que seáis como el pan hecho de masa nueva, como el pan sin levadura que se come en la Pascua y el que en realidad sois vosotros. Porque Cristo, que es el Cordero de nuestra Pascua, fue muerto en sacrificio por nosotros.
8 Así que celebremos nuestra Pascua con la sinceridad y la verdad que son el pan sin levadura, y no con la vieja levadura de la maldad y la perversidad.
9 En mi otra carta os decía que no debéis tener trato con quienes cometen inmoralidades sexuales.
10 Con esto no quería decir que os apartarais por completo de todos los que en este mundo son inmorales, avaros, ladrones o idólatras, pues para eso tendríais que saliros del mundo.
11 Lo que quise decir es que no debéis tener trato con ninguno que, llamándose hermano, sea inmoral, avaro, idólatra, chismoso, borracho o ladrón. Con gente así, ni siquiera os sentéis a comer.