8 ¡cuánta más será la gloria del anuncio de un nuevo pacto fundado en el Espíritu!
9 Es decir, que si fue tan gloriosa la promulgación de una ley que sirvió para condenarnos, ¡cuánto más glorioso será el anuncio de que Dios nos hace justos!
10 Porque la gloria anterior ya no es nada en comparación con esto, que es mucho más glorioso.
11 Y si fue glorioso lo que había de terminar por apagarse, mucho más glorioso será lo que permanece para siempre.
12 Precisamente porque tenemos esta esperanza, hablamos con toda libertad.
13 No hacemos como Moisés, que se tapaba la cara con un velo para que los israelitas no vieran que aquel resplandor se iba apagando.
14 Pero ellos no lo entendieron así, y todavía ahora, cuando leen el antiguo pacto, ese mismo velo les impide entender, pues no les ha sido quitado, porque solo se quita por medio de Cristo.