6 También lo demostramos por la pureza de nuestra vida, por nuestro conocimiento de la verdad, por nuestra tolerancia y bondad, por la presencia del Espíritu Santo en nosotros, por nuestro amor sincero,
7 por nuestro mensaje de verdad y por el poder de Dios en nosotros. Nos servimos de las armas de la rectitud, tanto para el ataque como para la defensa.
8 Unas veces se nos honra y otras se nos ofende. Unas veces se habla bien de nosotros y otras se habla mal. Nos tratan como a mentirosos, pese a que decimos la verdad.
9 Nos tratan como a desconocidos, pese a que somos bien conocidos. Estamos casi muertos, pero seguimos viviendo; nos castigan, pero no nos matan.
10 Parecemos tristes, pero siempre estamos contentos; parecemos pobres, pero hemos enriquecido a muchos; parece que no tenemos nada, pero lo tenemos todo.
11 Hermanos corintios, os hemos hablado con toda franqueza. Os hemos abierto de par en par nuestro corazón.
12 No tenemos con vosotros ninguna clase de reservas; sois vosotros quienes tenéis reservas con nosotros.