10 Por tanto, hermanos, ya que Dios os ha llamado y escogido, procurad que esto arraigue en vosotros, pues haciéndolo así nunca caeréis.
11 De ese modo se os abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
12 Por lo cual os seguiré recordando siempre estas cosas, aun cuando ya las sabéis y permanecéis firmes en la verdad que os han enseñado.
13 Mientras viva, creo que estoy en el deber de llamaros la atención con mis consejos.
14 Nuestro Señor Jesucristo me ha hecho saber que pronto habré de dejar la vida presente,
15 pero haré cuanto me sea posible para que también después de mi muerte recordéis todo esto.
16 La enseñanza que os dimos acerca del poder y el regreso de nuestro Señor Jesucristo no consistía en fábulas ingeniosas, puesto que con nuestros propios ojos vimos al Señor en su grandeza.