2 Recibid abundancia de gracia y de paz mediante el conocimiento que tenéis de Dios y de Jesús, nuestro Señor.
3 Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo que necesitamos para la vida y la devoción, al hacernos conocer a aquel que nos llamó por su propia grandeza y sus obras maravillosas.
4 Por medio de ellas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, y por las cuales llegaréis a tener parte en la naturaleza de Dios y escaparéis de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo.
5 Por eso debéis esforzaros por añadir a vuestra fe la buena conducta; a la buena conducta, el conocimiento;
6 al conocimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción;
7 a la devoción, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor.
8 Si poseéis estas cualidades y las desarrolláis, ni vuestra vida será inútil ni habréis conocido en vano a nuestro Señor Jesucristo.