6 Tal designio secreto consiste en que los no judíos reciben mediante el evangelio la misma herencia que los judíos, pues son miembros del mismo cuerpo y tienen parte en la misma promesa que Dios hizo en Cristo Jesús.
7 Yo, sin merecerlo, he sido puesto al servicio de este mensaje por la acción poderosa de Dios.
8 Yo soy menos que el más pequeño de todos los que pertenecen al pueblo santo, pero él me ha concedido este privilegio de anunciar a los no judíos la buena noticia de las incontables riquezas de Cristo.
9 Me ha encargado que haga ver a todos cuál es ese designio que Dios, creador de todas las cosas, mantuvo siempre en secreto.
10 Lo cual fue así para que ahora, por medio de la iglesia, todos los poderes y autoridades del cielo lleguen a conocer la sabiduría de Dios en todas sus formas.
11 Dios hizo esto de acuerdo con el propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús, nuestro Señor,
12 en quien tenemos libertad para acercarnos a Dios con la confianza que nos da nuestra fe en él.