14 Sin embargo, hicisteis bien en compartir mis dificultades.
15 Cuando salí de Macedonia, al comenzar a anunciar el evangelio, solo vosotros, los de la iglesia de Filipos, me enviasteis ofrendas de gratitud por la ayuda espiritual que habíais recibido.
16 Pues incluso estando yo en Tesalónica, más de una vez me enviasteis ofrendas para cubrir mis necesidades.
17 No es que solo piense en recibir; lo que quiero es que vosotros lleguéis a incrementar vuestra cuenta delante de Dios.
18 Pues yo ya lo he recibido todo, y hasta tengo de sobra. Con lo que me enviasteis por medio de Epafrodito, tengo más que suficiente. Lo que me enviasteis fue como una ofrenda de incienso perfumado, como un sacrificio de olor agradable a Dios.
19 Por lo tanto, mi Dios os dará todo lo que os falte, conforme a sus gloriosas riquezas en Cristo Jesús.
20 ¡Gloria para siempre a nuestro Dios y Padre! Amén.