3 ¿Tan insensatos sois que, habiendo comenzado con el Espíritu, queréis ahora terminar con esfuerzos puramente humanos?
4 ¿Tantas buenas experiencias para nada?... ¡Imposible que hayan sido para nada!
5 Cuando Dios os da su Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿por qué lo hace? No en virtud del cumplimiento de la ley, sino porque habéis aceptado el mensaje de la fe.
6 Abraham creyó a Dios, y Dios se lo tomó en cuenta y le reconoció como justo.
7 Por lo tanto, debéis saber que los verdaderos descendientes de Abraham son los que tienen fe.
8 La Escritura, previendo que también entre los no judíos iba Dios a reconocer como justos a los que tuvieran fe, había anunciado a Abraham esta buena noticia: “Todas las naciones serán bendecidas por medio de ti.”
9 De manera que los que creen son bendecidos junto con Abraham, que también creyó.