50 Jesús le dijo entonces:–Vuelve a casa. Tu hijo vive.
51 El hombre creyó lo que Jesús le había dicho, y se fue. Mientras regresaba a casa, sus criados salieron a su encuentro y le dijeron:–¡Tu hijo vive!
52 Les preguntó a qué hora había comenzado a sentirse mejor su hijo, y le contestaron:–Ayer, a la una de la tarde, se le quitó la fiebre.
53 El padre se dio cuenta entonces de que a esa misma hora le había dicho Jesús: “Tu hijo vive”. Y él y toda su familia creyeron en Jesús.
54 Esta fue la segunda señal milagrosa hecha por Jesús al volver de Judea a Galilea.