30 –¿Y qué señal puedes darnos –le preguntaron– para que, al verla, te creamos? ¿Cuáles son tus obras?
31 Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: ‘Dios les dio a comer pan del cielo.’
32 Jesús les contestó:–Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el pan del cielo. ¡Mi Padre es quien os da el verdadero pan del cielo!
33 Porque el pan que Dios da es aquel que ha bajado del cielo y da vida al mundo.
34 Ellos le pidieron:–Señor, danos siempre ese pan.
35 Y Jesús les dijo:–Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca más tendrá sed.
36 Pero, como ya os dije, vosotros no creéis aunque me habéis visto.