20 La gente le contestó:–¡Estás endemoniado! ¿Quién quiere matarte?
21 Jesús les dijo:–Todos os extrañáis por un sola cosa que hice en sábado.
22 Sin embargo, Moisés os mandó practicar el rito de la circuncisión (aunque no procede de Moisés, sino de vuestros antepasados), y vosotros circuncidáis a un niño aunque sea en sábado.
23 Ahora bien, si por no faltar a la ley de Moisés circuncidáis a un niño aunque sea en sábado, ¿por qué os enojáis conmigo por haber devuelto la salud en sábado al cuerpo entero de un hombre?
24 ¡No juzguéis por las apariencias! Cuando juzguéis, hacedlo con rectitud.
25 Algunos de los que vivían en Jerusalén empezaron entonces a preguntar:–¿No es a este a quien andan buscando para matarle?
26 Pues ahí está, hablando en público, y nadie le dice nada. ¿Será que verdaderamente las autoridades creen que este hombre es el Mesías?