35 Un esclavo no pertenece para siempre a la familia, pero un hijo sí pertenece a ella para siempre.
36 Así que, si el Hijo os hace libres, seréis verdaderamente libres.
37 Ya sé que sois descendientes de Abraham, pero queréis matarme porque no aceptáis mi palabra.
38 Yo hablo de lo que el Padre me ha mostrado, y vosotros hacéis lo que vuestro padre os ha dicho.
39 Dijeron ellos:–¡Nuestro padre es Abraham!Pero Jesús les respondió:–Si de veras fuerais hijos de Abraham, haríais lo que él hizo.
40 Pero a mí, que os digo la verdad que Dios me ha enseñado, queréis matarme. ¡Y eso nunca lo hizo Abraham!
41 Vosotros hacéis lo mismo que vuestro padre.Dijeron:–¡Nosotros no somos unos bastardos! ¡Nuestro único padre es Dios!