54 Jesús contestó:–Si yo me honrase a mí mismo, mi honra no valdría nada. Pero el que me honra es mi Padre, el mismo que decís que es vuestro Dios.
55 Pero vosotros no le conocéis. Yo sí le conozco, y si dijera que no le conozco sería tan mentiroso como vosotros. Pero, ciertamente, le conozco y hago caso a su palabra.
56 Abraham, vuestro antepasado, se alegró porque iba a ver mi día: y lo vio, y se llenó de gozo.
57 Los judíos preguntaron a Jesús:–Si todavía no tienes cincuenta años, ¿cómo dices que has visto a Abraham?
58 Jesús les contestó:–Os aseguro que yo existo desde antes que existiera Abraham.
59 Entonces ellos cogieron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.