3 Jesús dijo al hombre de la mano tullida:–Levántate y ponte ahí en medio.
4 Luego preguntó a los demás:–¿Qué está permitido hacer en sábado: el bien o el mal? ¿Salvar una vida o destruirla?Ellos se quedaron callados.
5 Jesús miró entonces con enojo a los que le rodeaban y, entristecido porque no querían entender, dijo a aquel hombre:–Extiende la mano.El hombre la extendió, y la mano le quedó sana.
6 Pero los fariseos, en cuanto salieron, comenzaron junto con los del partido de Herodes a hacer planes para matar a Jesús.
7 Jesús, seguido por mucha gente de Galilea, se fue con sus discípulos a la orilla del lago.
8 Al oir hablar de las grandes cosas que hacía, acudieron también a verle muchos de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del lado oriental del Jordán y de la región de Tiro y Sidón.
9 Por eso, Jesús encargó a sus discípulos que le tuvieran preparada una barca, para evitar que la multitud le apretujara.