20 Todos comieron hasta quedar satisfechos, y todavía llenaron doce canastas con los trozos sobrantes.
21 Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
22 Después de esto, Jesús hizo subir a sus discípulos a la barca, para que llegasen antes que él a la otra orilla del lago, mientras él despedía a la gente.
23 Cuando ya la hubo despedido, subió Jesús al monte para orar a solas, y al llegar la noche aún seguía allí él solo.
24 Entre tanto, la barca se había alejado mucho de tierra firme y era azotada por las olas, porque tenía el viento en contra.
25 De madrugada, Jesús fue hacia ellos andando sobre el agua.
26 Los discípulos, al verle andar sobre el agua, se asustaron y gritaron llenos de miedo:–¡Es un fantasma!