27 Así que respondieron a Jesús:–No lo sabemos.Entonces él les contestó.–Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
28 Jesús les preguntó:–¿Qué os parece esto? Un hombre que tenía dos hijos le dijo a uno de ellos: ‘Hijo, ve hoy a trabajar a la viña.’
29 El hijo le contestó: ‘¡No quiero ir!’, pero después cambió de parecer y fue.
30 Luego el padre se dirigió al otro y le dijo lo mismo. Este contestó: ‘Sí, señor, yo iré’, pero no fue.
31 ¿Cuál de los dos hizo lo que el padre quería?–El primero –contestaron ellos.Entonces Jesús les dijo:–Os aseguro que los que cobran los impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que vosotros en el reino de Dios.
32 Porque Juan el Bautista vino a mostraros el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los cobradores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. Vosotros, aun después de ver todo eso, no cambiasteis de actitud ni le creísteis.
33 “Escuchad otra parábola: El dueño de una finca plantó una viña, le puso una cerca, construyó un lagar y levantó una torre para vigilarla. Luego la arrendó a unos labradores y se fue de viaje.