9 Al día siguiente salió Jehú, y puesto de pie dijo a todo el pueblo:—Ustedes son inocentes. Yo fui quien conspiró contra mi señor y lo mató; pero, ¿quién ha matado a todos estos?
10 Sepan bien que nada de lo que el Señor habló contra la familia de Ahab dejará de cumplirse. El Señor mismo ha hecho lo que anunció por medio de Elías, su siervo.
11 Y Jehú dio muerte en Jezreel al resto de la familia de Ahab, a todos sus hombres importantes y amigos íntimos, y a sus sacerdotes. No dejó a nadie con vida.
12 Después se dirigió a Samaria, y en el camino llegó a Bet-equed de los Pastores,
13 donde encontró a los hermanos de Ocozías, rey de Judá. Jehú les preguntó:—¿Quiénes son ustedes?Ellos le respondieron:—Somos hermanos de Ocozías, y hemos venido a saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina.
14 Entonces Jehú ordenó a sus seguidores:—Atrápenlos vivos.Los seguidores de Jehú los atraparon vivos, y los degollaron junto al pozo de Bet-equed de los Pastores. Eran cuarenta y dos hombres, y no dejaron a ninguno de ellos con vida.
15 Cuando Jehú se fue de allí, se encontró con Jonadab, hijo de Recab, que había ido a verlo. Jehú lo saludó y le dijo:—¿Son buenas tus intenciones hacia mí, como lo son las mías hacia ti?—Así es —respondió Jonadab.—En ese caso, dame la mano —dijo Jehú.Jonadab le dio la mano, y Jehú lo hizo subir con él a su carro,