2 Entonces mandó llamar a magos, adivinos, hechiceros y sabios, para que le explicaran aquellos sueños. Ellos fueron y se presentaron ante el rey,
3 el cual les dijo:—He tenido un sueño y estoy muy preocupado tratando de comprenderlo.
4 Y los sabios dijeron al rey, en arameo:—¡Que viva Su Majestad para siempre! Cuente Su Majestad a estos servidores suyos lo que ha soñado, y nosotros le explicaremos lo que significa.
5 —Ésta es mi decisión —contestó el rey—: Si no me dicen ustedes qué es lo que soñé y lo que significa, serán hechos pedazos y sus casas serán convertidas en un montón de escombros.
6 Pero si me dicen lo que soñé y lo que mi sueño significa, recibirán regalos de mi parte, y favores y grandes honores. Así pues, díganme qué fue lo que soñé, y explíquenme su significado.
7 Los sabios respondieron por segunda vez:—Cuéntenos Su Majestad lo que soñó, y nosotros le explicaremos el significado.
8 —Sé muy bien —contestó el rey— que ustedes quieren ganar tiempo, porque han oído mi decisión.