6 »Y tú, hombre, llora amargamente y con el corazón hecho pedazos; llora delante del pueblo.
7 Y si acaso te preguntan por qué lloras, diles que es por la noticia de algo que está a punto de suceder, y que todo el mundo se quedará sin ánimo y dejará caer los brazos; nadie tendrá valor, a todos les temblarán las rodillas de miedo. Ya llega el momento, ya va a suceder. Yo, el Señor, lo afirmo.»
8 El Señor se dirigió a mí, y me dijo:
9 «Tú, hombre, habla en nombre mío y di que yo, el Señor, te he ordenado decir:»“¡La espada, la espada!Ya está afilada y pulida.
10 Afilada para hacer una matanza,pulida para lanzar rayos;
11 la hicieron pulir para que uno la empuñe.La espada está afilada y pulida,para ponerla en la mano del asesino.
12 Y tú, hombre, ¡grita, chilla,porque está destinada a matar a mi pueblo,a todos los gobernantes de Israel!Están condenados a morir con mi pueblo,así que date golpes de dolor.