1 El día veintiuno del séptimo mes, el Señor volvió a dirigirse al profeta Hageo,
2 y le ordenó que dijera a Zorobabel, a Josué y al resto de la gente:
3 «Los que vieron el otro templo en todo su esplendor, digan qué les parece éste que ahora tenemos. ¿No les parece que no vale nada comparado con aquel otro?
4 ¡Pero ánimo, Zorobabel! ¡Ánimo, Josué, jefe de los sacerdotes! Y anímense todos ustedes, gente del país. Trabajen, que yo estoy con ustedes. Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo.