6 de cambiar.El Señor afirma:«¡Atropello tras atropello,falsedad tras falsedad!Mi pueblo no quiere reconocerme.
7 Por eso yo, el Señor todopoderoso, digo:¿Qué otra cosa puedo hacer con mi pueblo,sino ponerlo al fuego para refinarlo?
8 Sus lenguas son flechas mortales;andan diciendo falsedades.Saludan cordialmente a sus amigos,pero en realidad les están poniendo trampas.
9 ¿Y no los he de castigar por estas cosas?¿No he de darle su merecido a un pueblo así?Yo, el Señor, lo afirmo.
10 »Lloren y giman por las montañas,entonen un lamento por las praderas,porque están quemadas y ya nadie pasa por ellas;ya no se oye el mugir del ganado,y hasta las aves y las fieras se fueron huyendo.
11 »Voy a convertir a Jerusalén en un montón de piedras,en una guarida de chacales;convertiré en un desierto las ciudades de Judá,y quedarán sin habitantes.»
12 ¿Quién es lo bastante sabio para comprender esto? ¿A quién le ha dado a conocer el Señor estas cosas, para que él se las pueda explicar a los demás? ¿Por qué está el país en ruinas, seco como un desierto por donde nadie pasa?