27 Por lo tanto, no se tolerará que ustedes pequen tan gravemente contra nuestro Dios, casándose con mujeres extranjeras.»
28 A uno de los hijos de Joiadá, el hijo del sumo sacerdote Eliasib, que era además yerno de Sambalat el horonita, lo hice huir de mi presencia.
29 ¡Dios mío: acuérdate de los que han manchado el sacerdocio y la alianza sacerdotal y levítica!
30 Así que los limpié de todo lo que era extranjero y organicé los turnos de sacerdotes y levitas, cada cual en su obligación;
31 la provisión de leña en las fechas señaladas y la entrega de los primeros frutos. ¡Dios mío: acuérdate de favorecerme!