13 Al día siguiente Balaam se levantó y les dijo a los jefes que había enviado Balac:—Regresen a su tierra. El Señor no me permite ir con ustedes.
14 Los jefes de Moab regresaron a donde estaba Balac, y le dijeron:—Balaam no quiso venir con nosotros.
15 Pero Balac insistió y volvió a enviar otros jefes, esta vez en mayor número y de más importancia que los primeros.
16 Ellos fueron a ver a Balaam y le dijeron:—Balac, hijo de Sipor, te manda a decir: “Por favor, no te niegues a venir.
17 Yo te daré los más grandes honores, y haré todo lo que me pidas; pero ven y hazme el favor de maldecir a este pueblo.”
18 Pero Balaam les respondió:—Aunque Balac me diera todo el oro y la plata que caben en su palacio, yo no podría hacer nada, ni grande ni pequeño, que fuera contra las órdenes del Señor mi Dios.
19 Sin embargo, quédense ustedes aquí también esta noche, y veré qué me dice esta vez el Señor.