4 Tenemos todo el derecho de recibir comida y bebida,
5 y también de llevar con nosotros una esposa cristiana, como hacen los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas.
6 ¿O acaso Bernabé y yo somos los únicos que no tenemos derecho a que la comunidad nos mantenga?
7 ¿Quién sirve como soldado pagándose sus propios gastos? ¿Quién cultiva un viñedo y no come de sus uvas? ¿Quién cuida las ovejas y no toma de la leche que ordeña?
8 Y no vayan a creer que ésta es sólo una opinión humana, porque la ley de Moisés también lo dice.
9 Pues está escrito en el libro de la ley: «No le pongas bozal al buey que trilla.» Y esto no significa que Dios se preocupe de los bueyes,
10 sino que se preocupa de nosotros. Porque la ley se escribió por causa nuestra, pues tanto el que ara la tierra como el que trilla el grano deben hacerlo con la esperanza de recibir su parte de la cosecha.