1 En cuanto a las fechas y los tiempos, hermanos, no necesitan que les escribamos.
2 Ustedes saben muy bien que el día del regreso del Señor llegará cuando menos se lo espere, como un ladrón que llega de noche.
3 Cuando la gente diga: «Todo está en paz y tranquilo», entonces vendrá de repente sobre ellos la destrucción, como le vienen los dolores de parto a una mujer que está encinta; y no podrán escapar.
4 Pero ustedes, hermanos, no están en la oscuridad, para que el día del regreso del Señor los sorprenda como un ladrón.
5 Todos ustedes son de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad;
6 por eso no debemos dormir como los otros, sino mantenernos despiertos y en nuestro sano juicio.