2 Los mandamientos que Dios dio en otros tiempos por medio de los ángeles, tenían fuerza de ley, y quienes pecaron y los desobedecieron fueron castigados justamente.
3 ¿Cómo, pues, escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? Pues el mismo Señor fue quien anunció primero esta salvación, la cual después confirmaron entre nosotros los que oyeron ese mensaje.
4 Además, Dios la ha confirmado con señales, maravillas y muchos milagros, y por medio del Espíritu Santo, que nos ha dado de diferentes maneras, conforme a su voluntad.
5 Dios no ha puesto bajo la autoridad de los ángeles ese mundo futuro del cual estamos hablando.
6 Al contrario, en un lugar de la Escritura alguien declara:«¿Qué es el hombre? ¿Qué es el ser humano?¿Por qué lo recuerdas y te preocupas por él?
7 Por un poco de tiempo lo hiciste algo menor que los ángeles,pero lo coronaste de gloria y honor;
8 todo lo sujetaste debajo de sus pies.»Así que, al sujetarlo todo debajo de sus pies, Dios no dejó nada sin sujetarlo a él. Sin embargo, todavía no vemos que todo le esté sujeto.