28 Pedro le dijo:—Señor, nosotros hemos dejado todas nuestras cosas y te hemos seguido.
29 Él les respondió:—Les aseguro que cualquiera que por causa del reino de Dios haya dejado casa, o esposa, o hermanos, o padres, o hijos,
30 recibirá mucho más en la vida presente, y en la vida venidera recibirá la vida eterna.
31 Jesús llamó aparte a los doce discípulos, y les dijo: «Ahora vamos a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que los profetas escribieron acerca del Hijo del hombre.
32 Pues lo van a entregar a los extranjeros, y se burlarán de él, lo insultarán y lo escupirán.
33 Lo golpearán y lo matarán; pero al tercer día resucitará.»
34 Ellos no entendieron nada de esto, ni sabían de qué les hablaba, pues eran cosas que no podían comprender.