7 Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa,
8 y los dos serán como una sola persona.” Así que ya no son dos, sino uno solo.
9 De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.
10 Cuando ya estaban en casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre este asunto.
11 Jesús les dijo:—El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera;
12 y si la mujer deja a su esposo y se casa con otro, también comete adulterio.
13 Llevaron unos niños a Jesús, para que los tocara; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban.