24-25 Jesús les contestó:—Yo también les voy a hacer una pregunta: ¿Quién envió a Juan a bautizar, Dios o los hombres? Si ustedes me responden, yo les diré con qué autoridad hago esto.Comenzaron a discutir unos con otros: «Si respondemos que Dios lo envió, nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?”
26 Y no podemos decir que fueron los hombres, porque tenemos miedo de la gente, ya que todos creen que Juan era un profeta.»
27 Así que respondieron a Jesús:—No lo sabemos.Entonces él les contestó:—Pues yo tampoco les digo con qué autoridad hago esto.
28 Jesús les preguntó:—¿Qué opinan ustedes de esto? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo a uno de ellos: “Hijo, ve hoy a trabajar a mi viñedo.”
29 El hijo le contestó: “¡No quiero ir!” Pero después cambió de parecer, y fue.
30 Luego el padre se dirigió al otro, y le dijo lo mismo. Éste contestó: “Sí, señor, yo iré.” Pero no fue.
31 ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?—El primero —contestaron ellos.Y Jesús les dijo:—Les aseguro que los que cobran impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que ustedes en el reino de los cielos.