5 ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu propio ojo, y así podrás ver bien para sacar la astilla que tiene tu hermano en el suyo.
6 »No den las cosas sagradas a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los hagan pedazos. Y no echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.
7 »Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá.
8 Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre.
9 »¿Acaso alguno de ustedes sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan?
10 ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado?
11 Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan!