43 ¿Por qué, entonces, no guardaste el juramento del Señor y el mandamiento que te impuse?
44 Dijo además el rey a Simei: Tú sabes todo el mal que hiciste a mi padre David, que tú reconoces en tu corazón; el Señor, pues, hará recaer tu mal sobre tu propia cabeza.
45 Pero el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme delante del Señor para siempre.
46 Entonces el rey mandó a Benaía, hijo de Joiada, y éste salió y arremetió contra Simei y lo mató. Así fue confirmado el reino en las manos de Salomón.