1 Hiram, rey de Tiro, envió sus siervos a Salomón, cuando oyó que lo habían ungido rey en lugar de su padre, pues Hiram siempre había sido amigo de David.
2 Entonces Salomón envió palabra a Hiram, diciendo:
3 Tú sabes que mi padre David no pudo edificar una casa al nombre del Señor su Dios a causa de las guerras en que se vio envuelto, hasta que el Señor puso a sus enemigos bajo las plantas de sus pies.
4 Mas ahora el Señor mi Dios me ha dado paz por todas partes; no hay adversario ni calamidad.