15 Entonces Saúl envió mensajeros a ver a David, diciendo: Traédmelo en la cama, para que yo lo mate.
16 Cuando los mensajeros entraron, he aquí, el ídolo doméstico estaba sobre la cama con la almohada de pelo de cabra a su cabecera.
17 Y Saúl dijo a Mical: ¿Por qué me has engañado de esta manera y has dejado ir a mi enemigo, de modo que ha escapado? Y Mical dijo a Saúl: El me dijo: "Déjame ir, porque si no te mato."
18 Huyó, pues, David y escapó, y fue a donde estaba Samuel en Ramá, y le contó todo lo que Saúl le había hecho. Y él y Samuel fueron y se quedaron en Naiot.
19 Y se le informó a Saúl diciendo: He aquí, David está en Naiot, en Ramá.
20 Saúl envió mensajeros para llevarse a David, pero cuando vieron al grupo de los profetas profetizando, y a Samuel de pie presidiéndolos, el Espíritu de Dios vino sobre los mensajeros de Saúl, y ellos también profetizaron.
21 Cuando se lo dijeron a Saúl, envió otros mensajeros, y también ellos profetizaron. Y por tercera vez Saúl envió mensajeros, y ellos también profetizaron.