3 porque quitó los altares extranjeros y los lugares altos, destruyó los pilares sagrados, derribó las Aseras,
4 y ordenó a Judá que buscara al Señor, Dios de sus padres y cumpliera la ley y el mandamiento.
5 También quitó los lugares altos y los altares de incienso de todas las ciudades de Judá. Y bajo él, el reino estuvo en paz.
6 Y edificó ciudades fortificadas en Judá, ya que el país estaba en paz y nadie estaba en guerra con él durante aquellos años, porque el Señor le había dado tranquilidad.
7 Dijo, pues, a Judá: Edifiquemos estas ciudades y cerquémoslas de murallas con torres, puertas y barras. La tierra es aún nuestra, porque hemos buscado al Señor nuestro Dios; le hemos buscado, y El nos ha dado tranquilidad por todas partes. Edificaron, pues, y prosperaron.
8 Asa tenía un ejército de trescientos mil hombres de Judá que llevaban escudos grandes y lanzas, y doscientos ochenta mil de Benjamín que llevaban escudos y usaban arcos; todos ellos valientes guerreros.
9 Y salió contra ellos Zera el etíope con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros, y vino hasta Maresa.