3 Quemó además incienso en el valle de Ben-hinom, e hizo pasar a sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que el Señor había arrojado de delante de los hijos de Israel.
4 Y sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, en los montes y debajo de todo árbol frondoso.
5 Por lo cual el Señor su Dios lo entregó en manos del rey de los arameos, que lo derrotaron, tomaron de él gran número de cautivos y los llevaron a Damasco. Y también él fue entregado en manos del rey de Israel, el cual lo hirió con gran mortandad.
6 Porque Peka, hijo de Remalías, mató en Judá a ciento veinte mil en un día, todos hombres valientes, porque habían abandonado al Señor, Dios de sus padres.
7 Y Zicri, hombre poderoso de Efraín, mató a Maasías, hijo del rey, y a Azricam, mayordomo de la casa, y a Elcana, segundo después del rey.
8 Y los hijos de Israel se llevaron cautivos de sus hermanos a doscientos mil, mujeres, hijos e hijas; y tomaron también mucho botín de ellos y se llevaron el botín a Samaria.
9 Pero había allí un profeta del Señor llamado Oded, y éste salió al encuentro del ejército que venía a Samaria, y les dijo: He aquí, porque el Señor, Dios de vuestros padres, estaba airado con Judá, los ha entregado en vuestras manos, y los habéis matado con una furia que ha llegado hasta el cielo.