1 Esto me mostró el Señor Dios: He aquí, había una canasta de fruta de verano,
2 y El dijo: ¿Qué ves, Amós? Y respondí: Una canasta de fruta de verano. Entonces el Señor me dijo: Ha llegado el fin para mi pueblo Israel. Ya no volveré a dejarlos sin castigo.
3 Los cantos del palacio se convertirán en gemido en aquel día--declara el Señor Dios. Muchos serán los cadáveres; en todo lugar los echarán fuera en silencio.
4 Oíd esto, los que pisoteáis a los menesterosos, y queréis exterminar a los pobres de la tierra,
5 diciendo: ¿Cuándo pasará la luna nueva para vender el grano, y el día de reposo para abrir el mercado de trigo, achicar el efa, aumentar el siclo y engañar con balanzas falsas;