8 ¿No temblará por esto la tierra, y hará duelo todo aquel que habita en ella? Subirá toda ella como el Nilo, se agitará y menguará como el Nilo de Egipto.
9 Y sucederá que en aquel día--declara el Señor Dios-- yo haré que el sol se ponga al mediodía y que la tierra en pleno día se oscurezca.
10 Entonces cambiaré vuestras fiestas en llanto y todos vuestros cantos en lamento; pondré cilicio sobre todo lomo y calvicie sobre toda cabeza; haré que sea como duelo por hijo único, y su fin, como día de amargura.
11 He aquí, vienen días--declara el Señor Dios-- en que enviaré hambre sobre la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras del Señor.
12 Y vagarán de mar a mar, y del norte hasta el oriente; andarán de aquí para allá en busca de la palabra del Señor, pero no la encontrarán.
13 En aquel día las doncellas hermosas y los jóvenes desfallecerán de sed.
14 Los que juran por el pecado de Samaria, y dicen: "Viva tu dios, oh Dan", y "Viva el camino de Beerseba", caerán y nunca más se levantarán.