7 ¿No sois vosotros para mí como hijos de Etiopía, oh hijos de Israel?--declara el Señor. ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto y a los filisteos de Caftor y a los arameos de Kir?
8 He aquí, los ojos del Señor Dios están sobre el reino pecador, y yo lo destruiré de sobre la faz de la tierra; sin embargo, no destruiré totalmente a la casa de Jacob --declara el Señor.
9 Porque he aquí, yo daré un mandato, y zarandearé a la casa de Israel entre todas las naciones, como se zarandea el grano en la criba, sin que caiga ni un grano en tierra.
10 A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, los que dicen: "No nos alcanzará ni se nos acercará la desgracia."
11 En aquel día levantaré el tabernáculo caído de David, repararé sus brechas, levantaré sus ruinas, y lo reedificaré como en tiempo pasado,
12 para que tomen posesión del remanente de Edom y de todas las naciones donde se invoca mi nombre --declara el Señor, que hace esto.
13 He aquí, vienen días--declara el Señor-- cuando el arador alcanzará al segador, y el que pisa la uva al que siembra la semilla; cuando destilarán vino dulce los montes, y todas las colinas se derretirán.