1 Prestad atención, oh cielos, y dejadme hablar; y escuche la tierra las palabras de mi boca.
2 Caiga como la lluvia mi enseñanza, y destile como el rocío mi discurso, como llovizna sobre el verde prado y como aguacero sobre la hierba.
3 Porque yo proclamo el nombre del Señor; atribuid grandeza a nuestro Dios.
4 ¡La Roca! Su obra es perfecta, porque todos sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia, justo y recto es El.
5 En forma corrompida se han portado con El. No son sus hijos, debido a los defectos de ellos; son una generación perversa y torcida.
6 ¿Así pagáis al Señor, oh pueblo insensato e ignorante? ¿No es El tu padre que te compró? El te hizo y te estableció.
7 Acuérdate de los días de antaño; considera los años de todas las generaciones. Pregunta a tu padre, y él te lo hará saber; a tus ancianos, y ellos te lo dirán.