11 Bendice, oh Señor, sus esfuerzos, y acepta la obra de sus manos; quebranta los lomos de los que se levantan contra él y de los que lo odian, para que no se levanten más.
12 De Benjamín, dijo: Habite el amado del Señor en seguridad junto a aquel que le protege todo el día, y entre cuyos hombros mora.
13 Y de José, dijo: Bendita del Señorsea su tierra, con lo mejor de los cielos, con el rocío y con las profundidades que están debajo;
14 con lo mejor de los frutos del sol y con los mejores productos de los meses;
15 con lo mejor de los montes antiguos y con lo escogido de los collados eternos;
16 con lo mejor de la tierra y cuanto contiene y el favor del que habitaba en la zarza. Descienda la bendición sobre la cabeza de José, y sobre la coronilla del consagrado entre sus hermanos.
17 Su majestad es como la del primogénito del toro, y sus cuernos son los cuernos del búfalo; con ellos empujará a los pueblos, todos juntos, hasta los confines de la tierra. Tales son los diez millares de Efraín, y tales los millares de Manasés.