2 Reparte tu porción con siete, o aun con ocho, porque no sabes qué mal puede venir sobre la tierra.
3 Si las nubes están llenas, derraman lluvia sobre la tierra; y caiga el árbol al sur o al norte, donde cae el árbol allí se queda.
4 El que observa el viento no siembra, y el que mira las nubes no siega.
5 Como no sabes cuál es el camino del viento, o cómo se forman los huesos en el vientre de la mujer encinta, tampoco conoces la obra de Dios que hace todas las cosas.
6 De mañana siembra tu semilla y a la tarde no des reposo a tu mano, porque no sabes si esto o aquello prosperará, o si ambas cosas serán igualmente buenas.
7 Agradable es la luz, y bueno para los ojos ver el sol.
8 Ciertamente, si un hombre vive muchos años, que en todos ellos se regocije, pero recuerde que los días de tinieblas serán muchos. Todo lo por venir es vanidad.