11 di, pues, a los que lo recubren con cal, que caerá; vendrá una lluvia torrencial y caeréis vosotras, piedras de granizo, y se desencadenará un viento huracanado.
12 He aquí, cuando el muro haya caído, ¿no se os preguntará: "¿Dónde está la cal con que lo recubristeis?"
13 Por tanto, así dice el Señor Dios: En mi enojo haré que un viento huracanado se desencadene; también por mi ira vendrá una lluvia torrencial y granizo para consumirlo con furor.
14 Así derribaré el muro que habéis recubierto con cal, lo echaré a tierra y quedará al descubierto su cimiento. Y cuando caiga, seréis destruidos en medio de él; y sabréis que yo soy el Señor.
15 Desahogaré así mi furor contra el muro y contra los que lo han recubierto con cal, y os diré: "No existe el muro ni existen los que lo recubrieron,
16 ni los profetas de Israel que profetizaban acerca de Jerusalén y que veían para ella visiones de paz cuando no había paz"--declara el Señor Dios.
17 Y tú, hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan por su propia inspiración, profetiza contra ellas