15 Entonces el Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara.
16 Y ordenó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer,
17 pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás.
18 Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
19 Y el Señor Dios formó de la tierra todo animal del campo y toda ave del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría; y como el hombre llamó a cada ser viviente, ése fue su nombre.
20 Y el hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo, mas para Adán no se encontró una ayuda que fuera idónea para él.
21 Entonces el Señor Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió; y Dios tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar.