23 Y el Señor le dijo: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos se dividirán desde tus entrañas; un pueblo será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor.
24 Y cuando se cumplieron los días de dar a luz, he aquí, había mellizos en su seno.
25 Salió el primero rojizo, todo velludo como una pelliza, y lo llamaron Esaú.
26 Y después salió su hermano, con su mano asida al talón de Esaú, y lo llamaron Jacob. Isaac tenía sesenta años cuando ella los dio a luz.
27 Los niños crecieron, y Esaú llegó a ser diestro cazador, hombre del campo; pero Jacob era hombre pacífico, que habitaba en tiendas.
28 Y amaba Isaac a Esaú porque le gustaba lo que cazaba, pero Rebeca amaba a Jacob.
29 Un día, cuando Jacob había preparado un potaje, Esaú vino del campo, agotado;