5 Mi corazón clama por Moab; sus fugitivos se extienden hasta Zoar y Eglat-selisiya, y suben la cuesta de Luhit llorando; ciertamente en el camino a Horonaim dan gritos de angustia por su ruina.
6 Porque las aguas de Nimrim se han agotado, ciertamente la hierba está seca, la hierba tierna ha muerto, no hay nada verde.
7 Por tanto, la abundancia que han adquirido y almacenado se la llevan al otro lado del arroyo Arabim.
8 Porque el clamor ha dado vuelta por el territorio de Moab; hasta Eglaim llega su gemir, hasta Beer-elim su gemido.
9 Porque las aguas de Dimón están llenas de sangre; ciertamente añadiré más sobre Dimón: un león sobre los fugitivos de Moab y sobre el remanente de la tierra.