17 "He aquí, oh hombre, el Señor te arrojará con violencia; te asirá firmemente,
18 te enrollará bien como una pelota, y te lanzará a una tierra muy espaciosa. Allí morirás y allí quedarán tus magníficos carros, oh tú, vergüenza de la casa de tu Señor."
19 Te depondré de tu cargo, y te derribaré de tu puesto.
20 Y sucederá en aquel día, que llamaré a mi siervo Eliaquim, hijo de Hilcías,
21 lo vestiré con tu túnica, con tu cinturón lo ceñiré, tu autoridad pondré en su mano, y llegará a ser un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá.
22 Entonces pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; cuando él abra, nadie cerrará, cuando él cierre, nadie abrirá.
23 Lo clavaré como clavija en lugar seguro, y será un trono de gloria para la casa de su padre.