18 Sordos, oíd; ciegos, mirad y ved.
19 ¿Quién es ciego sino mi siervo, tan sordo como el mensajero a quien envío? ¿Quién es tan ciego como el que está en paz conmigo, tan ciego como el siervo del Señor?
20 Tú has visto muchas cosas, pero no las observas; los oídos están abiertos, pero nadie oye.
21 El Señor se complació por causa de su justicia en hacer la ley grande y gloriosa.
22 Mas este es un pueblo saqueado y despojado, todos atrapados en cuevas, o escondidos en prisiones; se han convertido en presa sin que nadie los libre y en despojo sin que nadie diga: Devuélvelos.
23 ¿Quién de vosotros prestará oído a esto? ¿Quién pondrá atención y escuchará en el futuro?
24 ¿Quién entregó a Jacob al despojo, y a Israel a los saqueadores? ¿No fue el Señor, contra quien pecamos? En sus caminos no quisieron andar, ni obedecieron su ley.