9 Porque esto es para mí como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé nunca más inundarían la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reprenderé.
10 Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán, pero mi misericordia no se apartará de ti, y el pacto de mi paz no será quebrantado --dice el Señor, que tiene compasión de ti.
11 Oh afligida, azotada por la tempestad, sin consuelo, he aquí, yo asentaré tus piedras en antimonio, y tus cimientos en zafiros.
12 Haré tus almenas de rubíes, tus puertas de cristal y todo tu muro de piedras preciosas.
13 Todos tus hijos serán enseñados por el Señor, y grande será el bienestar de tus hijos.
14 En justicia serás establecida. Estarás lejos de la opresión, pues no temerás, y del terror, pues no se acercará a ti.
15 Si alguno te ataca ferozmente, no será de mi parte. Cualquiera que te ataque, por causa de ti caerá.