6 ¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero?--declara el Señor. He aquí, como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.
7 En un momento yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir;
8 pero si esa nación contra la que he hablado se vuelve de su maldad, me arrepentiré del mal que pensaba traer sobre ella.
9 Y de pronto puedo hablar acerca de una nación o de un reino, de edificar y de plantar;
10 pero si hace lo malo ante mis ojos, no obedeciendo mi voz, entonces me arrepentiré del bien con que había prometido bendecirlo.
11 Ahora pues, habla a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén, diciendo: "Así dice el Señor: 'He aquí, estoy preparando una calamidad contra vosotros y tramando un plan contra vosotros. Volveos, pues, cada uno de su mal camino y enmendad vuestros caminos y vuestras obras.'"
12 Mas ellos dirán: "Es en vano; porque vamos a seguir nuestros propios planes, y cada uno de nosotros obrará conforme a la terquedad de su malvado corazón."